No somos una secta protestante ni una iglesia cismática, sino una parte honorable de la Iglesia Santa Católica y Apostólica fundada por Jesucristo.

La Diócesis San Miguel Arcángel pertenece a la línea de sucesión apostólica de la Iglesia Católica Romana Antigua, la cual, es una comunidad autónoma de Derecho Propio (Sui Uris) cuya historia se remonta a las misiones de los Países Bajos que establecieron la sede arzobispal en la Ciudad de Utrecht, Holanda, de donde proviene su sucesión apostólica. Y que no se separó de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana por la ruptura de los obispos Veterocatólicos tras el Concilio Vaticano I, aceptando la infalibilidad del Romano Pontífice y también el posterior Concilio Vaticano II.

Los obispos de la Iglesia Católica Romana Antigua junto con su clero válidamente ordenado, contribuyen a la diversidad en las formas de vida consagrada y atención al pueblo de Dios, ayudando a que las personas de las periferias de nuestra sociedad participen de la vida sacramental de la Iglesia (cf. CDC 383 §2-3). Fomentando la comunicatio in sacris para bien del Pueblo Santo de Dios, como lo establece el c. 844 del Código de Derecho Canónico, así como los diferentes documentos del Magisterio de la Iglesia Católica, vg. El Decreto Postconciliar Unitatis Redintegratio, la Declaración Dominus Iesus, n. 17; y la Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 45, donde SS. Juan Pablo II, insistía en facilitar al Pueblo Santo de Dios los medios para su salvación por medio de los sacramentos.

De acuerdo con el Canón 846 los ministros de la Iglesia Católica Romana Antigua celebran válidamente la Santa Eucaristía y los sacramentos observando las prescripciones del Misal Romano y los libros litúrgicos posteriores al Concilio Vaticano II. Celebran además la Misa Ad Orientem o en Rito Tridentino bajo la autorización de su obispo diocesano por lo menos una vez durante el año, siguiendo las directrices del Motu Proprio Traditiones Custodes.

• Historia y Tradición: Compartimos el legado de la Sede apostólica en Roma y defendemos la fe desde los primeros siglos, siguiendo la doctrina de los Padres de la Iglesia.

• Sacramentos: Reconocemos los siete sacramentos instituidos por Cristo, esenciales para la salvación.

• Eucaristía: Creemos en la Transubstanciación, donde el pan y el vino se convierten en el cuerpo y sangre de Cristo.

• Purgatorio y Santos: Afirmamos la existencia del Purgatorio y honramos a los santos y a la Sma. Virgen María, pidiendo su intercesión.

• Autonomía: Somos una comunidad autónoma (Sui iuris) que respeta la autoridad del Obispo de Roma, pero con un Colegio Episcopal como máxima autoridad.

• Compromiso: Prometemos obediencia al Obispo Presidente y valoramos la diversidad en la vida eclesial, incluyendo a personas casadas en el ministerio.

• Carisma: El trabajo de nuestras misiones es sobre todo ser un espacio seguro y de acogida para aquellas personas que se han sentido lastimadas o excluidas, de modo que sepan que son abrazados por una comunidad en la que nadie sobra, sino que todos somos importantes y amados por Dios y por la Iglesia.

Nuestras comunidades no están delimitadas geográficamente, sino de acuerdo con las personas que se reconocen como comulgantes.